viernes, 15 de febrero de 2013

Desde cero.

Ordenando mi trastero el otro día, de repente me encontré con mi vieja guitarra clásica. Hay estaba dentro de su funda. De repente me llegaron recuerdos de como la adquirí.
Ara unos quince años que la compre, dispuesto a prender a tocarla.
Al principio comencé con ganas como casi todo el mundo, pero mi falta de paciencia en aquella época me hizo desistir.
Tras estar meditando unos instantes, abrí la funda y saque la guitarra. Estaba en un buen estado y rasgue sus cuerdas, el sonido me volvió a cautivar.
Comencé a buscar vídeos en youtube, par aprender a tocarla de nuevo, comencé con unos acordes básicos y entonces me acorde por que me frustre. Mis dedos no llegaban a los trastes y pisaba las cuerdas que no tenia que pisar.
Lo primero que pensé es que tengo una mano pequeña que no sirve para tocar la guitarra. Pero esta vez no me iba a dejar llevar. Me puse a investigar por internet.
Allí después de leer foros, paginas y blogs, me di cuenta que la mano puede ser grande pequeña o con los dedos largos o cortos. Ese no es el problema, lo importante es ejercitar la mano para que poco a poco gane en soltura y fuerza.
Entonces me acorde del bajo, un instrumento de cuatro cuerdas. "Ya esta" me dije, con dos cuerdas menos sera mas fácil de tocar.
Luego me di cuenta de mi error. rebuscando otra vez por la red me di cuenta que el bajo, tiene las cuerdas mas duras, mas trastes y una pala mas larga. Por lo que la diferencia en dificultad con la guitarra no es tan evidente.
Al final me decido por empezar con el bajo. Total de perdidos al río.



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